El masaje Kobido suele denominarse «facial japonés» porque se centra en la cara, el cuello y la cabeza. Durante un masaje Kobido, el terapeuta utiliza una combinación de movimientos de amasamiento, golpeteo y presión para estimular determinados puntos de la cara y el cuero cabelludo. Esta técnica ayuda a mejorar la circulación en la zona de la cara, el cuello y la cabeza.
La presión utilizadas durante el masaje deben ser suaves pero firmes. El terapeuta utilizará los dedos, los pulgares y las palmas de las manos para trabajar la cara, el cuello y el cuero cabelludo. También puede utilizar una combinación de ligeras caricias y presión con la palma para aflojar los músculos tensos y estimular el flujo sanguíneo. A medida que avanza el masaje, se realizan diversos estiramientos para relajar aún más los músculos de la cara, el cuello y el cuero cabelludo.
Durante un Kobido, el terapeuta también puede utilizar herramientas especiales, como rodillos, cepillos y bolas metálicas. Estos elementos ayudan a estimular aún más los músculos faciales y a mejorar la circulación en la zona. Una vez finalizado el masaje, puede aplicarse una crema hidratante o un suero para devolver la humedad y la hidratación a la piel.
Un masaje Kobido suele durar entre 45 y 60 minutos, dependiendo de la cantidad de trabajo. La mayoría de los profesionales sugieren que los clientes reciban este masaje cada dos o tres semanas para obtener los mejores resultados. Es una terapia relajante y reparadora, que puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud general del organismo.