Cuando empiece el masaje, el terapeuta utilizará una combinación de caricias suaves y profundas para relajar el cuerpo. Dependiendo de tus necesidades individuales, se pueden utilizar ciertas técnicas para centrarse en áreas específicas de tensión. Por lo general, el terapeuta utilizará técnicas de masaje sueco, que consisten en movimientos largos, suaves pero firmes. También puede incorporar effleurage (caricias largas), tapotement (ligeros golpecitos), petrissage (amasamiento) y vibración.
Durante el masaje, el terapeuta se asegurará de que te sientas cómoda en la camilla. También puede colocarte almohadas o almohadones debajo del cuerpo para proporcionarte más apoyo durante la sesión. El terapeuta trabajará dentro de tu rango de movimiento, pero no te presionará más allá de lo que te resulte cómodo.
Al final del masaje, el terapeuta te dará algunos consejos para después del tratamiento. Puede incluir estiramientos o ejercicios para ayudar a mantener el alivio experimentado durante la sesión de masaje. Es importante seguir los consejos del terapeuta y asegurarse de que todas las zonas trabajadas se estiran correcta y suavemente. Si tienes alguna duda o pregunta sobre el masaje, es buena idea comentarlo con el terapeuta.